La paga semanal…

-….y no te gastes todas «las perras» de la paga en las maquinitas!!!

– La Patrito, 1986 –

Cuantas veces habré oido esa frase de boca de mi querida madre, siempre velando por mi y por mi salud mental.

Evidentemente (y a poco que intuyáis) no le hice caso alguno (y así me ha ido), y toda mi paga y repaga del domingo iba destinada íntegramente a jugar a las máquinas recreativas (eso si, nunca a las máquinas tragaperras), procurando que siempre me sobrara el dinero justo para un bollicao.

Nota de color: La «reserva» para el bollicao era debido a que jugar a las máquinas requería de una actividad neuronal tan elevadísima que era necesario reponer azúcares para no caer desfallecido.

Gracias a nuestra paga conseguimos que tanto «Ciriaco» como «La Rocio» obtuvieran pingües beneficios a cambio de unos minutos de divertimento de toda la chavalería najerina. (no les toco aguantar ná)

No obstante, y en concreto en Ciriaco, yo tengo dudas de que le resultara rentable tenerme a mi de cliente, ya que había un par de máquinas (Bump´n´Jump) y Hunchback (la del jorobado) en las que podía estar jugando casi una hora con diez pesetas, y solo en luz creo que no lo amortizaba.

El dilema en aquellos tiempos era hacer durar la paga el máximo tiempo posible, para ello había que elegir muy cuidadosamente la máquina en la que ibas a depositar tu pequeña fortuna y concentrarte al máximo antes de ponerte a jugar, y, sobre todo, que no hubiera ningún «Gafe» cerca.

Otro día hablaremos de la figura del Gafe que siempre que estaba cerca nos chafaba la partida….

najeraretrogames

Antonio Hermoso. Najerino aficionado a las máquinas recreativas, publicista y diseñador web.

4 comentarios en “La paga semanal…”

  1. Me siento identificado y recuerdo perfectamente fundir hasta la última moneda en las máquinas, yo no era tan bueno jugando y estar 1 hora con una partida ni en mis mejores sueños, posiblemente aguantaba unos 30 minutos en el «Wonder Boy » o en el «Ghost and Goblins», una forma de aprender a jugar, era ver jugar a los demás y luego intentar emular sus técnicas, lo que a día de hoy no comprendo, es como me podía pasar horas viendo jugar al «Galaxian» y me pareciera tan divertido (Es ese juego que salían un grupo de naves arriba y tu ibas disparando hacia arriba hasta que no quedaba ninguna, y volvían a salir pero moviéndose un poco más rápido cada vez y así sucesivamente)

  2. A mi todo me parecía increible, los gráficos, los movimientos, el sonido, y es por eso que era capaz también de aguantar horas viendo como otros jugaban (eso y que andaba casi siempre canino!!)

  3. Yo era muy bueno… ¡Pero mirando!! Me ponía en un lateral de la máquina y ahí pasaba la tarde mientras veía como «los privilegiados con buena paga» jugaban. (y así aprendía casi todos los trucos de las máquinas). Gracias por comentar, Jose!!

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