Bar Gabino con Guillermo Angulo y Juan José Saralegui pillados infraganti en plena partida
– No, es broma, es una foto de un local americano, pero ¿A que da el pego? –
El Bar Gabino fué un local de marcha que estaba ubicado en la Plaza de España, cuando la plaza y la calle Mayor tenían aceras…
No se exactamente por qué, pero en dicho bar guardo el recuerdo de las primeras máquinas recreativas que conocí.
Ambas te ponían a los mandos de un flamante coche y contaban con un mueble enorme y, sobre todo, un volante, algo increíble en aquella época.
Una de las máquinas se llamaba Night Driver (no tengo muy claro si esta máquina estaba en el Gabino, me suena que sí pero tengo mis dudas Me confirma Chuchi Niño que no, que esa máquina no estuvo en el Gabino, así que me figuro que estaría en Las Brujas, un bar restaurante de las afueras de Nájera (con nombre de suegra) que también disponía de buenas recreativas). La otra, el Spy Hunter, todo un clásico.
Recuerdo que en el Bar Gabino, regentado por Chuchi Niño, las máquinas se encontraban justo a la izquierda de la entrada del bar. Contaba con la Santísima Trinidad: una recreativa, un pinball (máquina de petacos) y un futbolín. Era en este último donde mi hermano y los colegas se jugaban las cervezas y las muñecas.

El Gabino fue uno de los primeros bares de marcha de Nájera, donde se reunía la juventud en plena efervescencia. Contaba con la mejor música en esos años (con permiso del Disco Bar Lobis) y sus memorables noches de cañas y juerga hasta entrada el alba son, a día de hoy, todavía gratamente y difusamente recordadas, a partes iguales.
Si pudieran hablar las paredes, tendríamos un serio problema en general.
Y nosotros, que eramos más pequeños que el ego de Torrebruno, por supuesto teníamos prohibidísima la entrada por parte de la autoridad paterna. Pero lo que ocurre cuando te prohíben algo, la tentación siempre gana, y nos colábamos a hurtadillas a jugar a las máquinas del Gabino.
Se puede decir que frecuentábamos los bares a partir de los 10 años. Así estamos ahora.

Lo «bueno» de entrar a los bares a partir de los 10 años, si es que tiene algo de bueno, es que, aunque no lo quisieras, te empapabas de cultura musical. En el Gabino podía caer un tema de Pink Floyd, de los Doors, de Leño, de Siniestro Total o Sweet Jane de Lou Red, entre otros.
Entrabamos a los bares solo para jugar a las máquinas y pedir vasos de agua, aunque en este caso lo de jugar era prácticamente una útopia.
El Spy Hunter, al tener un mueble especial con volante, era de las máquinas más caras. Darte una vuelta reventando coches a toda velocidad te salía por la friolera de 20 duros, así que más que jugar solíamos entran más bien “a mirar” como lo hacían los demás.
Tan jóvenes, perdidos en los bares y de voyeurs… Madre mía que infancia!!
Otra máquina que creo recordar estuvo por dicho bar fue el «Mónaco GP», también con volante, anterior incluso al Spy Hunter. No recuerdo más máquinas que tuviera el Gabino, así que si os viene a la cabeza alguna no tenéis más que decirlo!!
Gracias a Chuchi por cedernos las fotos del Gabino, que por cierto, tiene más en su facebook y no tienen desperdicio.