Cerrando, cuan George Lucas, la trilogía de las máquinas del Hotel San Fernando que más recuerdo (MATCH 3, Rastan y Toki) terminamos con Toki, un juego de plataformas muy peculiar.
Si os digo la verdad, la primera vez que ví esta máquina me pareció tan absurda y aburrida que ni le presté atención. Era de un mono bastante torpe que escupía bolas de fuego (ja), y los enemigos eran bastante raros, unas rayas voladoras, osos hormigueros, pollos mareados…
Aparte, el mono podía ponerse un casco de jugador de Rugby, o unas gafas de bucear, vamos, todo muy normal y lógico (porque claro, el mono aparte de poder tirar fuego por la boca, también hacía submarinismo). Este tipo de juegos confirman mis teorías de que el LSD rulaba de una forma muy fluida entre programadores.
Pues eso, el juego era más raro que un gitano sin primos, lo que pasa es que una vez jugabas era tremendamente adictívo, te picaba ya que parecía más fácil de lo que era, y la verdad que los gráficos y las situaciones te arrancaba más de cuatro risas, y claro, al final te terminaba enganchando.
Un detalle del juego es que Toki podía escupir las bolas de fuego en todas direcciones (incluidas diagonales) y le añadia una jugabilidad adicional
El juego en conjunto era muy correcto, y el éxito de Toki a mi parecer creo que radicaba en la extremada lentitud del mono (el antihéroe por autonomasia) lo cual te exigía tener mucha precisión en cada movimiento. Ello, combinado con unos detallados escenarios que recordaban a los tamplas meyo (puta dislexia), las diferentes trampas y mecanismos y el curioso funcionamiento de los mismos, las armas y los enemigos finales, hacían que este juego te enganchara irremediablemente.
Está considerado como uno de los arcades de plataformas clásicos más divertidos
No aporto mucho más ya que prácticamente con ver el vídeo quedan todas las dudas despejadas.
NOTA: Por cierto, a ver quien adivina que paraje de Nájera se ve en la fotografía.
Alguna vez jugué al TOKI, nunca me pareció muy divertido, me gustaba mucho más el Wonder Boy, en cuanto al paraje de Nájera, no he visto nunca ese estrecho puente sobre una rama, a no ser que sea un foto-montaje de Phoroshop, a ver si comentas ese juego que había que trepar por rascacielos y con un mando avanzabas una mano y con otro la otra mano e ibas ascenciendo esquivando obstáculos que caían de las ventanas y arriba te esperaba un helicóptero.