Rygar es un frenético arcade clásico tipo Hit And Run, combinado con elementos de plataformas, de desplazamiento lateral y endiablada jugabilidad.
Rygar vió la luz gracias a Tecmo (anteriormente Tehkan) reinando en los salones recreativos a mediados/finales de los 80.
Y Toño… ¿Dónde viste por primera vez el Rygar?
-¡Me alegra que me hagas esa pregunta! – Contesto acomodándome en el viejo sofá de escay granate mientras apuro el último trago de mi pacharán.
Esto que me preguntas tuvo lugar en Nájera, en agosto del año 1987.
Cuando el calor más apretaba, a mis amigos y a mi nos faltaba el tiempo para acudir raudos como cada tarde a las piscinas municipales, a disfrutar de un chapuzón estival que nos sabía a gloria.
Eso si, después de alucinar literalmente con las aventuras (y los notables fallos de racord) de Michael Knight y el estirado Devon Miles en «El Coche Fantástico», que emitían en La Primera, después del telediario.

Acudíamos entre risas y codazos, comentando todo lo que podríamos hacer (y sobre todo saltar) con un coche que tuviera «Turbo Boost», flipados literalmente con la serie. (Mira que eramos tontícolas.)
Y amigos, aunque os resulte increible, hacíamos meta en las piscinas después de una caminata de unos 15 minutos, con el sol cayendo de plano a unos 60 o 70 grados (si, lo se, soy más exagerado que el que le puso el nombre al saltamontes), llegando completamente extenuados, casi hirviendo.. Y en vez de meternos al agua… nos sentábamos en el césped. A esperar.
¿A esperar? ¿¿¿A esperar??? ¿A esperar a qué?
Es que no os he comentado que eramos imbéciles. (aunque a poco que sigáis el blog…)
Ahora la juventud está echada a perder y no hace caso a los mayores. Antes se les tenía un respeto.
Y no había padres que se preciaran de serlo que no soltaran el sermón a sus hijos: – ¡Acabas de comer Pedrohosé, así que a esperar un par de horas a que «te haga la digestión antes de bañarte»!.-
Un par de horas. UN PAR DE HORAS. Lo que se tuvieron que reír nuestros padres cuando se quedaban solos.
Si, amiguitos, esperábamos dos horas antes de meternos al agua, completamente axfisiados y con la piscina a un par de palmos, solo porque te lo decían tus progenitores y punto. Y aunque os parezca extraño chavalada, obedecíamos. Eran otros tiempos. Eramos idiotas.
Pero claro, yo que era un rebelde con pintas no me bañaba antes de las dos horas peeeero… metía los pies en el agua… ¡y a veces hasta las rodillas!. Así era yo. Puro riesgo.
Eso sí, a día de hoy lo de la digestión ya sabemos que era más un mito que otra cosa. Yo me baño después de comer sin esperar dos horas. Con hora y media voy que ardo.
Resumiendo; una hora de digestión que la hacíamos con las cabriolas y moralinas de «El coche Fantástico» y la otra hora que la pasábamos ya en la piscina en una tensa y agobiante espera.
La matábamos tirados en el césped jugando a las cartas, o yendo al bar de las piscinas a comprar un par de Boomers de fresa o un Flash de naranja.

Y amigos, entonces la vi, justo cuando me acercaba al bar, allí estaba ella. Parada en la entrada. Insinuante y atrevida.
Me cautivó su belleza luminosa, fantástica, con unas curvas de infarto. Desprendía un aura propia que capturó mi atención. Estaba muy inquieto ya que nunca había sentido algo así y por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla.
Aunque pensándolo bien, tenía trece años y era normal, eran sentimientos que se tenían que empezar a manifestar. Tenían que aflorar. Varios chicos hacían corrillo a su alrededor, riendo nerviosos. Evidente. Era impresionante e iba a ser muy pretendida por todos…
…¡¡Y fue la primera ve que te colaste por una chica!!!
¿Chica? ¡¡Calla, calla, voz en off!!! ¡Estaba hablando de la máquina Rygar!
Todo un bellezón, con unos gráficos increíbles, vertiginosos, y una jugabilidad extraordinaria. ¡¡Impresionante!!
Me abrí sitio entre los chavales que estaban literalmente alucinando con la máquina. Saque, no sin cierta dosis de chulería, mis cinco duros que me había reservado de la paga del domingo…
Y amigos… ¡ Surgió la chispa!
…Bueno, ¡entonces fue la primera vez que te enganchaste a las recreativas!
No, no, ¡¡Que va!! Que surgió la chispa. Literal.
Por aquel entonces no había toma de tierra en las instalaciones eléctricas y yo iba con los pies mojados que maldita la hora de mi rebeldía, y al meter la moneda me pegó un calambrazo la hija de la gran puta que me pase casi tres horas con más temblores que un yorkshire en la Mascletá.
Me traqueteaban tanto los dientes que podía haber comido un filete del mercadona sin esfuerzo.
Dejé sin luz el bar de las piscinas, el puesto de primeros auxilios, el megáfono de la fachada y el futbolín de la terraza.
Eso si, tengo un Casio que desde entonces no le he tenido que cambiar la pila.
Y así, energéticamente, descubrí la recreativa Rygar, de Tecmo.
Rygar es un arcade muy adictivo y de ritmo vertiginoso, creado por Tecmo justo en el 86, año en que cambio de nombre.
La conocida como Tehkan, creadora de Pleiads, Bomb Jack, Tehkan World Cup pasaría a llamarse Tecmo, siguiendo su saga de arcades tremendamente exitosos como Ninja Gaiden, Dead Or Alive, Gemini Wing o este Rygar que nos ocupa.
En la recreativa adquirirás el papel de Rygar, El Guerrero Legendario. Resurgido de entre los muertos, deberás poner fin al reinado de Ligar, un ser maligno que se ha apoderado de la tierra de Argool con oscuras intenciones.
El caso es que tanto de niño como de adulto al final siempre nos desesperamos por ligar.
El juego es realmente frenético, ofrece una gran respuesta al disparo y a los movimientos,con una estupenda música y unos gráficos envidiables para la época. Todo ello hace de Rygar un arcade muy completo y adictivo, muy recordado, y que pondrá a prueba tus reflejos, ¡y de que forma!.
Su ritmo y dificultad creciente hará que se crispen los nervios del jugador más templado.
Vídeo del canal de Media Pool
Las fases o pantallas del juego Rygar
Rygar es un hit and run (o run and gun) pero vamos, run run seguro, porque te hartarás de correr, ya que el juego es bastante frenético, recordando en cierto modo al mítico KungFu Master pero pasado de cafés.
Te esperan 27 pantallas muy coloristas en un logrado doble scroll (paralax) y con una dificultad creciente que te estresara más que un artificiero daltónico.
Tierra, agua, poblados abandonados, cuevas, templos, plataformas… aguardan para que las superes de forma infatigable.
La mayor parte de pantallas de Rygar son horizontales y con correr, saltar, esquivar, disparar, girar, agachar, jurar, otra vez esquivar… será suficiente (ha ha ha).
En algunas fases no solo tendrás que correr, perderás aún más la paciencia escalando a través de cuerdas y defenestrando enemigos en divertidos bamboleos, un claro guiño a Julio Iglesias.
Una curiosidad de los niveles o alturas a las que se desarrolla el juego: aparte del nivel en el que te desplazas y un nivel superior al subirte a rocas en determinados niveles, existe un nivel por debajo del suelo (una especie de gruta o cueva en un nivel inferior) donde germinarán numerosos enemigos, que, si no tienes suficiente nivel jugando, complicarán notablemente tu existencia.
¡Que Nivel, Maribel!
Cada fase finaliza justo cuando la terminas, según perogrullo, llegando a una especie de cueva flanqueada por toneles de cerveza de caña que nuestro héroe girará para poder pasar.
Los finales de fase de Rygar fueron patrocinados por Cruzcampo. Aunque hubieran preferido que los patrocinara alguna marca de cerveza.
En dicho espacio se canjea el tiempo sobrante y los puntos realizados, y vuelves a salir alegre y pizpireto al siguiente nivel girando de nuevo otro barril.
Nota: Las estatuas de final de fase te ofrecen pistas sobre los potenciadores o vidas extra que podrás encontrar en la siguiente.
Los enemigos de la recreativa Rygar
En Rygar existen multitud de enemigos de generoso tamaño y muy logradas animaciones.
Y un detalle muy importante, al igual que en KungFu Master los enemigos son infinitos, como la estupidez humana y los lunes. La pantalla se llenará de «los malos» con una facilidad pasmosa, sobre todo si dejas por un momento de correr.
Hay que destacar de Rygar su excelente optimización, ya que a pesar de las animaciones, el doble scroll y la cantidad de enemigos en pantalla, los controles del juego responden a la perfección y nunca se ralentiza.
Los rivales son de aspecto fantástico, con tintes mitológicos y más surrealistas que un grupo de tronistas en en CERN.
Los más frecuentes proceden del subsuelo (de la gruta inferior). Una especie de gusanos que al llegar a la superficie se enrollan sobre si mismos formando una rueda. Le acompañan unas terribles masas viscosas de lava que arrojan bolas de fuego que llegan a dar hasta fatiguilla.
Los que os quitarán la vida más que los adolescentes de hermano mayor son los minotauros. Estos llegan transportados por phetroladitlos, petrolactil, pheltro… por pájaros gigantes. Una vez toman tierra se abalanzarán sin piedad sobre ti.
Destacar una especie de jabalíes enloquecidos que para eliminarlos es necesario doblar el riñón.
Y mención especial y premio del jurado para nuestros favoritos, los trapecistas tribales, una especie de indígenas que cuan castellet se apilan de a cuatro para rápidamente atacarte sin descanso.
Vampiros, golems sin cabeza, armadillos, minotauros, Alfonso Rojo, gorilas saltarines… Un amplio bestiario nos aguarda en Rygar para masacrar a placer, y que sin duda enriquecerá nuestros conocimientos de biología maléfica.
Los podréis ver en el vídeo de arriba, o mejor aún, “disfrutarlos” en directo echando unas partiditas.
Los enemigos final de fase.
Pues como mujeres un sábado a partir de las 4 de la mañana. No busques que no hay.
Rygar es muy adictivo y divertido, con un ritmo de juego frenético, perfecto salvo por un pequeño detalle.
Las fases son intachables a nivel gráfico, con una dificultad creciente muy bien planteada, pero al carecer de enemigos final de fase el juego se puede tornar como las cornetas de plástico, monótono.
– Toño, la has cagado, en la última fase si que hay un monstruo final. – Comenta el gafapastas repelente de la voz en off que todo lo sabe.
Bueno si, hay un monstruo al final de los 27 niveles, una especie de hombre lobo. Pero es tan sumamente sencillo acabar con él que no se le puede considerar un enemigo fin de fase digno.
– Te vuelves a equivocar, listillo. Cada cuatro pantallas sale un gigantón. Y no me llames gafapasta, que bastante castigo es ser tu voz en off como para que me faltes al respeto. – Otra vez me espeta la repelente voz.
Bien, si, hay una especie de minotauro al final de cada cuatro pantallas, pero está tan integrado con la mecánica del juego que no se interpreta como enemigo final de fase.
El único que cumple con los cánones de un enemigo fin de fase es el hombre lobo anteriormente mencionado, pero no presenta ninguna complicación. A mi parecer es casi una justificación para poder darle un cierre al juego.
Y una vez eliminado… a disfrutar manteado por tus colegas mientras gritan Rastan… Rastan… (si, escuchadlo con atención en el vídeo, no dicen Rygar, dicen Rastan… ¡Irán doblados de solysombras los muy capullos).
Ver enemigo y final del juego – Abrir como ventana nueva desde aquí
Nota: Tal y como nos indica Elías Pascual, el juego en si es muy difícil, aunque se puede superar a fuerza de meter monedas, pero tiene un añadido importante, a partir del nivel 21 ya no deja continuar, y esa recta final la tienes que completar con un solo crédito si o si.
El tiempo
En La Rioja tendremos la mañana despejada con tendencia a nubosidad variable según transcurra la tarde y el orujo.
En Rygar el tiempo es un enemigo más, ya que juega en tu contra, y de que manera.
Es muy limitado, con 100 segundos por fase. Una vez termina, una cabeza tan gigante como demoníaca te perseguirá sin descanso.
Un detalle, esta cabeza se puede esquivar y saltar sobre ella, pero requiere ya de cierto nivel de dominio de juego, y cuanto más tiempo te entretengas esquivándola, más rápido se moverá. (vamos, que se “pica”… ¡pues menuda cabeza tiene!)
Existen partidas en Internet que logran superar hasta siete millones de puntos. Lo consiguen a base de matar enemigos en zonas estratégicas mientras esquivan infatigablemente esta cabeza «demoñaca». Ver vídeo.
Las armas de Rygar
Solo dispones de un arma, el Diskarmor. Es una especie de Escudo con dientes de sierra y mecanismo retráctil para aniquilar enemigos. (Un laserdisc de los chunguitos atado a un yoyo).
El arma es lo más original del juego, y creo que en ningún arcade anterior se había visto algo similar.
Permite abatir a tus enemigos de un certero disparo, para acto seguido retornar al guerrero.
Pero no solo eso, el escudo se puede disparar a los laterales y con el mando hacia arriba hace un giro de 180º alrededor del protagonista. (Esta acción puede variar con los potenciadores).
Otra arma es el propio salto, al caer sobre los enemigos les producirás un aturdimiento momentáneo (y con determinado potenciador los llegarás a eliminar).
Los potenciadores (Power Ups) de Rygar
Estos aparecen al romper una especie de lápidas que surgen de forma profusa por todas las pantallas.
Existen cinco que mejoran tus armas
Aumenta el alcance de tu Diskarmor, llegando donde la escoba no llega. Es un powerup fundamental.
Aumenta la potencia de impacto del Diskarmor, pudiendo defenestrar varios enemigos de un golpe.
Permite disparar el Diskarmor de forma vertical (en vez del giro de 180º), muy útil para enemigos aéreos.
Mejora el salto. Al caer sobre tus enemigos, ya no solo los aturde, los eliminas directamente.
Este potenciador te concede la inmunidad durante tiempo limitado, como el omeoprazol después de un atracón.
El resto de potenciadores
Destruye todos los enemigos en pantalla.
Aumenta el tiempo disponible en 20 segundos.
Concede una vida extraordinaria trufada de éxitos.
Resumiendo, sobre Rygar
Un juegazo con unos gráficos brillantes para la época, de jugabilidad y calidad marca de la casa Tehkan/Tecmo.
Destacable el aspecto sonoro, acompañando en todo momento a la acción y convirtiéndose las melodías en un personaje más del juego. Los Fx están bastante logrados en armonía con el resto de elementos (recordad, es 1986).
Este juego me encanta por la frenética jugabilidad, muy acertada, con gran respuesta del personaje en multitud de situaciones donde los enemigos se acumulan en pantalla.
Como detalle negativo, se echa de menos algún enemigo fin de fase que obligue a variar la mecánica del juego. Aunque la dificultad es creciente y bien calibrada, 27 pantallas se pueden hacer un poco monótonas.
¡Si tenéis ocasión jugad alguna partida! Es un juego que como el velcro con las ovejas o los porros con los jevis, engancha y divierte.
Fotomontaje de Rygar sobre una instantánea de Somalo (Camino de Nájera – Uruñuela, La Rioja), jardín de la corte del reino de
Nájera – Pamplona
Bueno, si habéis llegado leyendo hasta aquí…
¡¡Que menos que dejar un comentario!!! Además, como pasear un martes, sale gratis.
Rygar, que recuerdos. Yo la primera vez que lo vi fue en Archidona cuando estaba estudiando en la resi. Después lo pusieron en el bar de «la Lola» donde conseguir acabarlo a fuerza de monedas,sudor y regañinas de mis padres ( niño siempre juagando a la maquinita). Es cierto que el jefe final decepciona por fácil, pero se te ha olvidado comentar que a partir de la pantalla 21 no podías continuar lo cual ponía la cosa más emocionante.
Eso no lo sabía!!! Lo añado!!
Has descrito como dos gotas de agua mis propias vivencias de verano en Zaragoza.. cada unos de los momentos que viví y disfruté en aquella época.. , piscina, reunión para ver «El coche fantástico» con los amigos, mientras hacíamos la digestión, y alucinar con la máquina del Bar, con todos arremolinados a su alrededor.. que en mi caso fue el Gryzor (Contra). Respecto al Rygar, lo conocí en mi Amstrad (muy buena conversión), curiosamente en una oferta del Alcampo de 2×1 que adquirí junto al Gryzor!. Dos juegos frenéticos, adictivos y espectaculares para su época. Eso sí, el Rygar muchísimo más difícil que el Gryzor, y que aún sigo disfrutándolos en mi maca cuando tengo algún momento ocioso. Muy ameno artículo, y un saludo!!
El Gryzor (que yo no lo conocí como Contra) es otro que tengo pendiente en la bandeja de entrada. Es uno de mis favoritos. Gracias por comentar!!!
(y algún calambrazo de alguna recreativa te has llevado, confiésalo).
Yo no era tan rebelde… no me atrevía a meter los pies en el agua en mis dos horas escrupulosas de digestión, por si me quedaba sin mi dosis de 10 duros semanales.. y, aunque llegara impaciente después de un chapuzón para jugar en la recre, hasta que me llegara mi turno, me secaba de sobra (ríete de las señoras profesionales en la cola de la pescadería). Por cierto, ahora entiendo el por qué cuando llegaba con sudor y lágrimas sin usar créditos, y ante la desesperación de querer llegar al final… no me lo permitía! Desconocía lo de la fase 21. Me ha entrado el mono, y con lo de los barriles de cerveza, me voy a hacer una (caña), y voy a echarme alguna partidita ahora que nadie me ve.. eso sí, como no tengo carne del Mercadona para comer, no me ducharé antes. Un saludo!!
jajajaj!!! Mis dieces para usted, caballero!!!
Excelente reportaje, ¡pero que rucuerdos!, la de monedas que gasté en Rygar.
Yo la vi por primera vez en los recreativos Arias (o algo así, Los Porches) en Mazarrón.
Rygar era el mejor fundepagas!!! Gracias por comentar!!
Muy buena la verdad es que la desconocía pero ahora me ha quedado claro con este excelente post. Que ganas de hacerme con una recreativa para ponerla en mi pequeño museo personal. Excelente información. Saludos
Es muy buen juego, bastante adictivo!!! Lo de hacerte con una recreativa, ya estás tardando!! (tienes multitud de ofertas y dispositivos). Lo más importante es jugar con los joysticks originales de las recreativas. La sensación es única.
Gracias por comentar Zeryu!!
Yo vine a probar el Rygar a principios del 2000 gracias al MAME, pero como me gustaría pillarlo en una máquina arcade con lujo de detalles.
Si, los juegos arcade, en recreativa son otra cosa!!! Son mucho más adictivos!!
Supongo que lo que más me fascinó de Rygar en su momento fueron los escenarios.
Hay algunos realmente bellos, como las cuevas de la fase 23, donde un fallecido mamut es testigo mudo del avance del héroe.
O aquel maravilloso atardecer…
En fin, que me hago mayor y no puedo evitar emocionarme al recordar todo aquello.
Un cordial saludo. 😉
Hacían virguerias a pesar de las limitaciones gráficas de la época. Y nosotros con esa edad las absorbíamos como esponjas. Gracias por comentar, José!!
(no dejéis de visitar su blog, http://www.xtremeretro.com )