Máquina de videojuegos Galaxy Invader 1000

Galaxy Invader 1000, una consola portátil de lo más ochentera.

  • Acaba de caer en mis manos una de las consolas portátiles más codiciadas de…
  • ¡¡La Nintendo Switch!! ¡¡La Steam Deck!!!
  • ¡¡Déjame terminar la frase, impaciente!! …de los años ochenta.
  • Ohhh, ya estas otra vez con tus rollos retro…

Estoy hablando de la fantástica Galaxy Invader 1000, una de las consolas que rulaban entre la chavalería más pudiente allá por los años 80. (Aunque lo fantástico es que a día de hoy siga funcionando).

Este tipo de consolas (también llamadas Hand-held) hacían las delicias de niños y adolescentes que competían para ver quien conseguía la puntuación más alta, mientras daban buena cuenta de los bocatas de Nocilla con el Coche Fantástico a todo trapo bramando en el televisor.

Sobre Galaxy Invader 1000

La consola, cortesía de mi socio Ramiro, está diseñada en un brillante plástico amarillo con toques negros y detalles fantasía que hacen que sea muy vistosa, y al ser un tanto aparatosa en comparación con los dispositivos actuales, destacaba por si sola en cualquier reunión con los colegas o en el guateque más molón.

Para su funcionamiento requiere de 4 pilas AA de 1,5V o bien a través de un alimentador, reduciendo esta última opción la portabilidad de la consola, concretamente a la longitud del cable del alimentador. HaHa.

Bueno, consola consola… no es exactamente.

Le llamaremos consola aunque no es del todo cierto, ya que este tipo de aparatos solo disponían de un único juego y no tenían posibilidad de intercambiarlo con nuevos cartuchos.

Normalmente estaban basados en clásicos de recreativas. En este caso el nombre hace justicia al juego que representa, un claro guiño al Galaxian y al Space Invaders.

  • ¿Cómo le llamamos?
  • ¿Que juego imita?
  • El Galaxian y el Space Invaders
  • Pues le llamaremos…Galaxy Invader 1000.
  • Brillante Luis Javier, brillante.

Como controles o mandos dispone de un enorme botón rojo para disparar los misiles y una palanca metálica para desplazar la nave a izquierda y derecha, siendo ambos elementos muy manejables, respondiendo muy bien a las pulsaciones.

Dispone de un selector de dificultad de 1 a 3 y un selector de encendido que hace las funciones de reset.

Y poco más, bueno, si… ¡¡La pantalla!!

La joya, la pantalla con tecnología… ¿VFD? ¿WTF?

Para los más profanos, el encanto de este tipo de juegos y los que salieron por aquellos maravillosos 80 radicaba en la vistosidad de su display, conformado en este caso por una matriz de 27×3 elementos con tecnología VFD (Vacuum fluorescent Display) que traducido viene a ser pantallas fluorescentes de vacío. (de las que brillaban, vamos.)

Seguro que recordáis este tipo de displays en las pantallas de las primeras calculadoras. Mi padre tenía un reloj con números rojos desarrollados con este tipo de display y era una pasada. (el reloj, mi padre era más bien normalito, del montón)

Este tipo de “maquinitas” con display VFD se “comían con patatas” a los clásicos “Game And Watch” de la época, ya que la iluminación era el elemento diferencial. Ganaban de calle.

Estas pantallas matriciales ofrecían un brillo muy especial que las hacía especialmente atractivas.

Cada elemento de la matriz se podía activar con diferentes formas y colores. En la imagen podéis ver un elemento ampliado sin activar para que entendáis de que os hablo.

En función del elemento excitado se representaba un enemigo, un disparo o una explosión, o varios a la vez.

El color predominante en el display Galaxy Invader 1000 es un verde azulado para enemigos y naves. Para los disparos, explosiones (ejem) y el enemigo especial recurrieron a un fulgurante rojo.

Al ser displays iluminados se podía disfrutar de estas máquinas en la más completa oscuridad, con lo cual jugando a oscuras el flipe era máximo

El sonido. Brutal.

Brutal no por lo bueno, sino por el que decidió el volumen de aparato en cuestión. Un bruto. Con todas las letras.

El sonido es muy limitado y se recurren a estridentes beeps que llegan a ser muy molestos cuando no tienes la edad adecuada. Muy molestos. Molestísimos.

Y lo malo, no se puede regular el volumen. Esta como Pocholo, siempre a tope.

Y el juego… ¿en que consiste?

El juego consiste en detener con los disparos oleadas de enemigos y evitar tanto que te disparen como que alcancen la base.

Dispones de tres vidas, pero puedes obtener con la puntuación suficiente una vida extra a lo largo de la partida.

Como elemento especial, un ovni pulula por la parte superior de la pantalla y te ofrece una puntuación especial. Si lo eliminas además concede unos segundos de bloqueo de las naves enemigas, pudiendo defenestralararlas a placer (mucho tralarala veo, no se yo).

Decir que dispone de tres niveles de dificultad, siendo la primera y la segunda muy accesibles, y solo en la tercera se complica un poco más el asunto.

El juego finaliza bien porque te eliminen tus naves, bien que alcances el límite de puntos, 999 o bien porque no soportes más el estridente sonido.

¿Y de jugabilidad? Bien, gracias.

Lo cierto es que la jugabilidad en esta máquina en concreto está muy lograda, es muy divertida y cumple su función, entretener. El único «pero» es que enseguida le coges el tranquillo.

Yo mismo testeando la maquinita en cuestión llegué a la puntuación máxima en el primer y segundo nivel, y la verdad que se hace entretenida, pero un poco corta.

No obstante no me quiero ni imaginar si hubiera tenido semejante cacharro allá por los 80… ¡¡Lo que hubiera disfrutado, y no rompiendo los cristales de las fábricas a pedradas!!

najeraretrogames

Antonio Hermoso. Najerino aficionado a las máquinas recreativas, publicista y diseñador web.

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