ELLOS | Segunda Parte – Los Días de Entrenamiento

Eran cerca de las nueve. El cielo comenzaba a mudar su azul brillante por un azul más oscuro e intenso, casi eléctrico.

Contrastaba con el arrebol de las escasas nubes que, tímidamente, hacían acto de presencia en ese caluroso verano, dando un aspecto muy inquietante al perfil de la ciudad.

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Jueves. Hogar de los Jubilados. 21:00h

Me encontraba sentado en el césped del Hogar de los Jubilados, “ventilándome” un helado de la Heladería Janz, aquellos famosos helados de canela con un fino baño de chocolate en su parte superior. (Me gustaban más los de bombón con nata, toda una exquisitez, pero en mis manos duraban menos de lo que tarda en presignarse un cura loco)

Miraba mi flamante reloj Casio con cierta  incertidumbre. Había quedado con el resto de la cuadrilla con una idea clara, establecer un plan para poder defendernos de “Ellos”.

tp69El primero en llegar fué Moi. Tal y como acordamos, llegaba con el TP en la mano. (El TP o Teleprograma era una revista muy popular por aquellos tiempos, una completa guía de televisión.)

Justo le dió tiempo a saludar, cuando, doblando la esquina de la tienda de Mombiela, llegaban Víctor y Chuchi discutiendo acaloradamente con Lucas.

 

– Pues el traje era para Bill, el del FBI, no para el tontolaba de los rizos. – Explicaba Chuchi

– No, Chuchi, el traje se lo quieren dan los extraterrestres al señor Hinkley directamente, por eso se les avería el autobús en el desierto. El del FBI estaba allí de casualidad. – Insistía Lucas acompañando la réplica con aspavientos, para dar mayor credibilidad.

– !! Pero que dices!! Es al revés, Bill está allí esperando a los extraterrestres y cuando le van a dar el traje aparece el de los rizos y se lo queda!! Menudo gilipollas.

– ¿No ves que luego ni sabe utilizarlo? Y encima pierde las instrucciones…¡¡Está claro, el traje no era para él!! – Zanjaba Víctor la discusión.

– ¡¡Jode, la serie no ha hecho más que empezar y ya estáis con polémicas!! – Les espeté.

– No, si la serie nos da igual, el caso es discutir – Replicó Lucas – ¡¡Y como se nos da tan bien!!

 

Estaban hablando de una serie nueva, muy divertida, que causaba furor entre la chavalería, “El Gran Héroe Americano”. Trataba sobre un profesor de instituto que debe combatir el mal con un traje de superhéroe heredado de unos extraterrestres en pleno desierto.

Dicho traje le proporciona poderes varios, el problema es que no sabe muy bien como utilizarlo y para más “inri” el protagonista es más torpe que Sergio Ramos levantando copas. Esto da lugar a disparatadas situaciones, consiguiendo engancharnos a la televisión en las sobremesas estivales.

– A nosotros nos vendría muy bien un traje de esos – Comentó Chuchi mientras nos acomodábamos en el césped. – No nos iba a toser nadie.

– Bueno chicos, ya sabéis por qué estamos aquí. – Todos asintieron menos uno.
– Yo no, Toño, no caigo.
– Jode Lucas, ya te vale. Pues para que va a ser… ¡Para ver como nos podemos defender de “Ellos”!
– Ya, eso si, pero que no se lo que vamos a hacer. – Protestó – Nos has dicho en la piscina que vengamos aquí a las 9, a Moi le has dicho que traiga el TP y a Chuchi que mire que películas van a poner en los cines este fin de semana, pero no tengo ni idea de lo que te propones.

 

Pero yo si lo tenía claro.

La cartelera de cine

– Necesitamos ser más fuertes, más rápidos y más despiadados que “Ellos”, así evitar que se rían de nosotros y sobre todo, lograr que nos respeten. Para conseguirlo, tenemos que aprender de los mejores.– Exclamé con convencimiento. – Y se cómo hacerlo.

Me giré hacia Chuchi y le indiqué. – Chuchi, la cartelera para este fin de semana.

Se incorporó con cierta pereza para ponernos al corriente de los próximos estrenos.

– A ver, que recuerde… en el Villegas ponen «Los Goonies», que va de unos chavales que tienen que luchar contra una banda de crimina… – No le duró mucho la exposición.

– ¡¡Anda, de una cuadrilla de chavales, como nosotros, esa hay que ir a verla si o si!! – Exclamó Víctor, bajo una clarar mirada de reproche por parte de Chuchi debido a la interrupción…

 

– Sigo…en el Cine Club  «El Guerrero Americano» que va de un luchador que… – Esta vez fué un emocionado Moi el que dejó con la palabra en la boca al bueno de Chuchi.

– !!Ostrisss, que en esa salen ninjas!! ¡Que salen ninjas!!! Esa no me la pierdo!! –

La palabra Ninjas, en el 86, era un talismán para cualquier película de acción; hasta la película más patética, si tenía ninjas de por medio, triunfaba más que el Avecrem.

Ninjas por todas partes

 

– Bueno… ¿Sigo o no sigo? – Protestó Chuchi con gesto cansino – …y en el Doga ponen «Invasión USA», de uno de barbas, Chuck Norris, que tiene que…

Esta vez fuí yo, que no me pude contener, la verdad más por fastidiar que por otra cosa – ¡¡Chuck Norris!!! ¿Has dicho Chuck Norris? ¡¡Ese si que es duro!! De esa película si que podemos aprender tácticas de lucha – Exclamé exageradamente – Ese reparte unas hostias como panes, da una patada voladora tal que a la media vuelta…espera, que la se hacer, que es tal que así…

Me incorporé e intenté torpemente ejecutar el movimiento de Chuck trastabillando (como no) y cayendo intencionadamente encima de Chuchi, al que teníamos más que contento con las interrupciones.

– ¡¡Pero mira que eres tonto!! – Se quejó amargamente mientras me empujaba, entre las risas de toda la cuadrilla.

 

Crecí en los 80, y sobreviví haciendo la grulla de Karate Kid
Crecí en los 80, y sobreviví
haciendo la grulla de Karate Kid

– Bien, y si me dejáis terminar, la última película el domingo en el Villegas, «Karate Kid».

– ¿Y la de «Karate Kid» de que va? – Preguntó Lucas.

– Creo que de karate – Respondió Moi.

– Deduciendo no tenéis rival vosotros dos. – Contestó divertido Chuchi.

– Pero si es de karate hay que verla también. – Indiqué – De hecho tendríamos que ver todas.

Me puse en pié para dar más empaque a la idea – Nuestro objetivo para poder enfrentarnos a “Ellos” durante esta semana es: trabajar en equipo como «Los Goonies», ser sigilosos como los ninjas, repartir leches como Chuck Norris y aprender karate del maestro Miyagi.

master miyagi

 

Todos asintieron menos Lucas.

– Ya, Toño, todo esto está muy bien, son cuatro películas para ver el fin de semana, pero no va a poder ser. A mi la paga me llega más bien justa – Comentó Lucas apesadumbrado
– Y a mi, yo puedo ir solo a una – Se unió Chuchi mientras Moi asentía ya que se encontraba en la misma situación.
– Y yo lo mismo, y como mucho dos – Confirmó Víctor.

(Pero ese, avispado lector, era un problema con el que ya había contado)

– No os preocupéis, lo tengo todo pensado. Juntamos todas las pagas y ya voy yo a ver las cuatro – Propuse con una falsa resignación, a la que añadí para dar más realismo – Es una paliza, son muchas horas de cine, lo se, pero prefiero dármela yo que no vosotros.

Parece que iba colando, así que proseguí con un tono bastante convincente – Luego, a la salida del cine, os las cuento en detalle, y os comento las tácticas y peleas más importantes. Así es como si la hubierais visto vosotros también.

Increible. Estaba a punto de conseguir ir a cuatro películas en un fin de semana, por la cara, y a cambio, solo tendría que contarles las películas y matizar detalles. Lo más sorprendente, los tenía convencidos.

 

Viendo los resultados, estaba claro.
Tenía que plantearme, y muy seriamente, convertirme en político el día de mañana.

 

– ¿Y tú? – Preguntó Chuchi devolviéndome a la realidad.
– ¿Yo qué? – Respondí extrañado.
– Tu paga. Si nosotros te pagamos el cine, ¿Tu paga para que va a servir? – Prosiguió inquisitivo
– Eso, ¿Con tu paga, que vamos a hacer? – Replicó Lucas, que no le hacía mucha gracia pagarme el cine, como a la mayoría.

– Pues está claro – Improvisé – con mi paga, antes del cine, iremos a los salones recreativos a jugar a las máquinas de lucha, para aprender más tácticas de combate.

Había salido del paso ni medio mal y lo más sorprendente, había colado (aunque no se si mucho).

 

donut_n-365xXx80– Por cierto – En ese instante Chuchi se golpeó la frente con la mano en señal de que acababa de recordar algo –
– ¡¡Los Donuts!! – Exclamó Moi en claro homenaje a una campaña de publicidad que hizo furor por aquellos años.

 

Todos reímos a carcajadas mientras Chuchi nos explicaba visiblemente excitado – ¡No os lo había dicho, pero mi hermano tiene un montón de revistas militares, de tácticas de guerra y de combate, de cuando estuvo en la mili en Lorca.!
– !!Guay!! Pues quedamos el sábado en tu lonja y vemos las revistas. ¡¡Algo aprenderemos!! – Propuso Víctor.

 

En ese momento Moi, al mencionar las revistas, se acordó de la suya – Toño, y el TP que me has dicho que traiga… ¿Para que es?
– ¡Es cierto, jolín, no me acordaba! Me suena que este fin de semana ponen en la segunda cadena una película de Bruce Lee, podríamos quedar para verla juntos. Seguro que con algo nos quedamos, con alguna llave o algún movimiento.

– ¡Eh, la ponen mañana a las siete!! – Exclamó Lucas. Había arrebatado la revista a Moi y ya tenía la película localizada – ¡¡Podemos ir a verla a mi casa, que tengo una tele pequeña en la habitación!!
– ¿Y eso?
– Pues la tele del ordenador. Mis padres me compraron un Spectrum, y como hace falta una tele para verlo…
– Mentira, yo lo vi sin tele. Lo tenías en el salón, dentro de una caja. Ves, no hace falta una tele para verlo. – Bromeó Víctor

spectrum+
Ridículito el chaval ¿verdad? Pues podíamos ser cualquiera de nosotros

– ¡¡Que graciosito nos ha salido el chiquitín!! …Pues nada, que empecé a usar el Spectrum en la tele del salón, después de comer – Nos aclaró Lucas – pero a mi madre no le hacía mucha gracia, me dijo que ella no se quedaba sin su “Cristal” (“Cristal” era una telenovela, no es que la madre de Lucas fuera adicta al crack, aunque las telenovelas también enganchaban lo suyo) – Así que me compraron una tele pequeña y puedo jugar al ordenador sin molestar a nadie.

– ¡Pues mañana quedamos y echamos unas partidas! – Propuso Moi.

– No Moi, no. – Corté tajante – Mañana quedamos para ver la película en casa de Lucas, pero nada de juegos. Tenemos que ver la película sin distracciones para aprender los movimientos del maestro Bruce Lee.
Nada de juegos.

 

Viernes. Casa de Lucas. 19:00h

Allí estabamos los cinco en la habitación de Lucas, en medio de una algarabía de gritos y risas, intentando sintonizar la televisión para poder ver la dichosa película.

tele 80 copiaMoi -¿Pero seguro que se ve la segunda cadena?

Chuchi – Mueve un poco la antena a ver si así…

Toño – Antes se ha visto un poco, pero hay que girar más la antena.

Lucas – Pero no la tuerzas tanto, ¡Que la vas a romper!

Toño – Salen “mosquitos”…espera….ahí, ahí se ve algo!!!

Moi – Que se va a ver!!! tu lo flipas, lo que ves es la mierda que tienes en las gafas, límpiatelas, ¡Cacho guarro!

Toño – Trae un trozo grande de papel albal.

Moi – ¿Para limpiarte las gafas?

Toño – No, mameluco, para envolver la antena, que seguro que sintoniza mejor.

Víctor – Lucas, dejame una escoba.

Lucas – ¿Una escoba? ¿También para la antena?

Víctor – Para Ricardo, tu hermano pequeño.

Moi – ¿Se va a poner a barrer?

Chuchi – Mueve la ruleta a ver si vemos algo.

Bollycao
¿Te acuerdas del anuncio? Pues dale a la foto…

Víctor – No, que el muy cabrito me ha quitado mi Bollycao y se ha escondido debajo de la cama.

Toño – Cambia de canal otra vez, a ver si ahora…

Moi – ¡Lucas, el capullo de tu hermano se ha zampado ya medio bollycao de Víctor!…¡Y sin abrirlo! ¡Ja ja ja!

Chuchi – Nada, tampoco se ve…

Lucas – ¡Pues sacúdele!

Chuchi – Vale, le doy un par de golpes a ver si…

Lucas – ¡¡Pero que haces, cacho tonto!! ¡A la tele no! …¡Que le decía de darle a mi hermano!

Chuchi – Solo he encontrado este trozo de papel albal, a ver si te sirve.

Víctor – Ya, si yo le quiero sacudir pero no llego, se mueve por debajo de la cama y no hay manera.

Lucas – Tírale con un zapato que seguro que sale. Es lo que hago yo.

Toño – Joder Lucas, este papel albal tiene trozos de tortilla de chorizo, me he pringado entero.

Moi – ¡¡Ahora se ve!!!

antena y gorro de aluminioChuchi – ¡¡Y ahora no!!

Víctor – Lucas, he agarrado una zapatilla de debajo de tu cama y se me está gangrenando la mano de lo que huele….

Moi – Pues si que tiene que oler, porque a mí me está dando a los ojos…

Lucas – Toño, ¿Por que te has hecho un gorro con papel albal?

Lucas – Es que hace cosas

Víctor – ¡¡Ricardito, sal majo, que no te voy a pegar!!

pegatinas bollycaoMoi – ¡¡Ricardo, al menos dale la pegatina del Bollycao!!!

Chuchi – Lucas, tu hermano se ha subido de un brinco al armario. ¿Es normal?

Toño – Para tener mejor señal, pero creo que no funciona.

Lucas – ¿Mi hermano? También hace cosas.

Chuchi – Jajaja, se ha subido al armario y ahora no puede bajar

Moi -Toño, con eso en la cabeza los extraterrestres no te leen el pensamiento, lo vi en una peli.

Víctor – Lucas, ¿Que juegos tienes del Spectrum?

 

En medio del barullo y ante esta última pregunta, de forma inexplicable se hizo un silencio sepulcral en la habitación. Todos nos volvimos hacia Lucas.

fernando-martin-basket-master– El Fernando Martín Basquet Master y el Abu Simbel Profanation… pero claro, Toño dijo que nada de juegos…- Aclaró Lucas pasándome toda la presión.Todas las miradas en ese momento estaban puestas en mi.

Y yo, totalmente ridículo, con un gorro de papel de plata en la cabeza, y rompiendo la sagrada regla del día anterior, claudiqué.

– Ale, pues pon alguno, que lo de ver la película creo que va a ser imposible. –

Abu-Simbel-Profanation-PortadaAl final ni vimos la película ni entrenamos ni leches. Nos dieron las once de la noche completamente picados jugando al Fernando Martín, un juego de Spectrum de baloncesto para dos jugadores, en el que “echamos” unas partídas épicas. (por cierto gano Lucas)

Ya cuando salímos del portal de casa de Lucas oímos a su madre pegarle tremenda bronca.
Seguramente por la hora.

 

Sábado. Lonja de Chuchi. 16:30h

– Chuchi, si te parece, vemos alguna revista de las de combate de tu hermano, pero acuérdate, a las siete me piro al cine.

-¿Y hoy ponian..?

– La de Chuck Norris y la del Guerrero Americano… – Dejé caer el detalle del cine a modo de recordatorio, ya que no me quería quedar sin mis sesiones de cine gratis (a costa de ellos, claro).

– Las revistas las bajo en cuanto vengan estos, que las tiene mi hermano en su habitación.

 

Chuchi era un privilegiado, vivía en pleno casco antiguo de Nájera, en una casa enorme de varias plantas. La vida familiar la hacían en la primera planta, en la segunda tenían los dormitorios, y en la planta baja contaban con un garaje donde pasábamos algún que otro buen rato.

montesa-360h6-brochureSus hermanos y el propio Chuchi eran apasionados del mundo del motor, en concreto de las motos y los todoterreno. De hecho, el hermano mayor, Daniel, tenía una Montesa Enduro H7, una moto de cross espectacular, y Javi, el mediano, no se quedaba atrás.

 

Los tres hermanos tenían el garaje llena de cachivaches, una especie de taller mecánico digno de un fin de capítulo de
“El Equipo A”.

 

En la calle estaba lloviendo abundantemente, pero entre el ruido de la lluvia golpeando ritmicamente el pavimento pudimos distinguir  las pisadas aceleradas de gente que se acercaba apresuradamente al local. En ese momento golpearon ritmicamente la puerta. – Pom Pom      PomPom     Pom –

No cabía la menor duda, eran Víctor y Lucas llamando con nuestra contraseña secreta. Por aquél entonces éramos así de gilipollas.

– Venga, que llegáis tarde – Apremió Chuchi mientras los invitaba a entrar.

Al cerrar la puerta pudimos oir un lejano – ¡No cerréis, no cerréis! – Era Moi, al que vimos llegar extenuado, lanzándose a la carrera. – ¡No cerréis que llego ya!

Y si, efectívamente, cerramos (eramos muy puñeteros), y lo tuvimos un rato fuera, al amparo de la lluvia, obligándole a realizar la «llamada secreta» mientras se empapaba, con el consiguiente cachondeo.

Una vez se incorporó al grupo refunfuñando (como no), Chuchi decidió enfilar escaleras arriba a la búsqueda del preciado botín.

 

En la pausa aproveché para seguir insistiendo con lo del cine (mi cine gratis)

el guerrero americano– Le decía antes a Chuchi que a las siete me piro, que tengo que ir al cine, a ver la de Chuck Norris, y luego, si me da tiempo, entraré a la de «El Guerrero Americano». – Expliqué a los recién llegados.

– Jolín, ayer al final nos perdimos la peli de «Los Goonies». ¡Como estuvimos en mi casa hasta las mil! – Se quejó amargamente Lucas

– Tranqui, que me ha dicho el hijo de Benjamín, el de la ferretería, que la semana que viene la vuelven a poner en el Villegas, así que podríamos ir.

– Por cierto,  Lucas, ayer te cayó buena bronca ¿no? – Se interesó Moi –

– Es verdad, que oímos a tu madre darte buenos “bocinazos” cuando nos ibámos ¿No te reñiría por culpa nuestra, no?

– Que va, que va – Explicó Lucas – Fué por culpa de ababol de mi hermano.

– ¿La volvió a liar? – Preguntó Víctor jugueteando con una especie de alicates.

– ¿Os acordáis que se subió al armario?

– Si.

– Pues yo no, no me acordé.  Y el muy tontolaba se quedó dormido, y mi madre preocupada porque pensaba que no estaba en casa. En cuando os fuisteis entró en mi habitación totalmente angustiada, lo vio encima del armario, y claro, me cayó gorda. De entrada me han dejado sin paga este fin de semana y el que viene.

 

Cuidado Toño, tus expectativas de cine gratis estan peligrando…

De revistas va la cosa…

– Aquí traigo las revistas, chicos – Chuchi regresó al garaje con un enorme fajo de revistas, todas ellas de corte militar.

revistas de guerra– A ver, a ver… – Moi se hizo con una generosa cantidad, y comenzó junto con Víctor a ojear los titulares – “Boinas Verdes”, “Armas de Guerra”, “Soldados”, “La Guerra de las Malvinas”…

Los cinco flipábamos ante tanta variedad de revistas. Era una auténtica pasada la cantidad de revistas militares que tenía el hermano de Chuchi.

Lucas tenía entre sus manos otro paquete similar y operó de igual forma, leyendo los titulares en voz alta – “Máquinas de Guerra”, “Supervivientes”, “Guerra de Guerrillas”…¡Upsss! – Hizo una pequeña pausa, soltó una risotada muy contenida y socarrona, y siguió leyendo – “Lib”, “Climax”, “Interviú”, …

samantha foxEn ese instante rodeamos a Lucas, que le había faltado el tiempo para desplegar el Interviú por sus páginas centrales, exhibiendo un póster muy sugerente de Samantha Fox.

Yo, al ver el desplegable, tuve que limpiarme las gafas ya que se me empañaron repentinamente, casi tan rápido como palidecía el rostro de Chuchi al darse cuenta de la situación.

– Mierda… ¡Las revistas de adultos de mi hermano! Dádmelas, jode, que si me pilla, del tortazo que me pega me tienen que dar el Betadine con rodillo.

– Si, si, ahora te las damos, un segundo… – Comentaba un embelesado Moi que no quitaba ojo a una sueca de la revista «Lib», mientras protegía con su antebrazo tan preciado tesoro de las manos de Chuchi, que se la pretendía arrebatar.

 

los goonies

Buena la había preparado Chuchi. Entre el paquete de revistas de guerra se habían colado varias revistas subiditas de tono de su hermano mayor, y claro, unos teníamos una edad un tanto complicada así que…

Ni cine, ni tácticas de combate, ni entrenamiento militar ni leches. Allí que pasamos la tarde, hasta bien entrada la noche, más bien que ni se, contemplando con los ojos como platos las exuberancias de Sabrina, la delicadeza de Enmanuelle, y la castiza Susana Estrada junto a María José Cantudo enseñándonos sin pudor más cosas de las que nosotros estábamos preparados para ver en esos momentos.

Y pensar que nos íbamos a quedar ciegos, según nuestros catequistas…

 

– Fin de la segunda parte. –

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Antonio Hermoso

Informático Ochenter, 1/3 de LaDinamo.com y músico, teatrero & humorista aficionado. En mi infancia no comí dulces ni chucherías ya que lo gaste todo en las recreativas. Desde siempre me han apasionado los videojuegos, y sobre todo saber como se creaban, como estaban programados, y esa inquietud me ha llevado a mi profesión actual. Juego Favorito: Bump And Jump

Seguro que tienes muchas cosas que contar... ¡No te cortes!