Disco Bar Autopista y el fenómeno de Roda al Tetris

Disco Bar Autopista era un bar heavy de la H O S T I A, y junto con el Kristo, eran santuario de la música Rock y Metal de la Rioja y provincias cercanas.

Pongamos un sábado de verano cualquiera. «Chemi», hostelero en la actualidad metido a pintor, regentaba el Disco Bar Autopista junto con el inseparable Carmelo, mientras su hermano pequeño Sergio (alias Samsa) comenzaba por aquel entonces a forjarse en el negocio familiar.

Cada fin de semana se congregaban en la calleja del Kristo y La Autopista los tipos más duros de la comarca, anunciando su llegada con ensordecedores bramidos de fastuosas motocicletas, en singular estampida de fuel, metal y cuero.

«En cuadrilla o en pareja ven a beber a la supercalleja»
Rezaba un cartel que atravesaba la calle, tal y como nos indica Pablo Hermosilla…

¿Angeles del Infierno en Nájera?
¿Angeles del Infierno en Nájera?

Acudían en peregrinación con el único objetivo de embriagarse en compañia del más atronador sonido Heavy de la zona najerina, moviendo las cardadas melenas (hoy en su mayor parte ralas) a un ritmo insultántemente frenético, en extraña comunión con los camareros, que, arrancando las chapas de «San Miguel» de su gélido cuerpo de cristal, liberaban del cautiverio al espumoso, refrescante y embriagador líquido.

Van Damme BailandoResumen: Pues eso, que iban con las motos, aparcaban en la entrada, y mientras bailaban como posesos (a ritmo de Europe y Leño, no nos pongamos exquisitos) se ponían ciegos a cervezas y otras cosas que me da la risa de contar.

Era 1990, y la zona najerina se encontraba en plena efervescencia, convirtiendo cada fin de semana en un pulmón de juventud, diversión, vida nocturna y algún que otro escarceo amoroso.

No era “salir a la zona”, era una forma de vida. La semana se resumía en una espera de cuatro días para vivir los tres restantes como si no hubiera un mañana.

Nadie podía suponer que esa tarde, justo después de la «pinícula del café» (como decía un conocido gitano najerino que siempre rondaba por allí), se forjaría una leyenda que se irá transmitiendo de generación en generación. (si, si, la que dices…)

He dicho leyenda, ¡error!, ya que las leyendas son sucesos de ficción, y en este caso es real, hay testigos que lo confirman.

– ¡¡ Una cerveza Chemi!!! – El que se dirigía así al camarero es nuestro protagonista particular, Eduardo Roda, un jovenzuelo de mirada vivaracha que acompañaba siempre con una pícara sonrisa.

– ¡¡Yo otra!! – Replicó Santi García (o Santi el Grande como le conocíamos por su tamaño y afición al baloncesto)

– Dos cafés y dos chupitos – Los que hablaban eran Héctor Cañas y Fernando Sáez, más conocido como Tocayo.

– ¿Pero ya tenéis edad? ¿No os mearéis en la cama? – Replicó Chemi burlón mientras Carmelo acercaba las cervezas.

El jersey de Tocayo también lo llevaba Kurt...
El jersey de Tocayo también lo llevaba Kurt…

– ¡¡Eso es con el fuego, no con la cerveza!! “No juegues con fuego que te vas a mear en la cama”

– ¡¡Tu bebete quince, métete a dormir, y luego me cuentas, campeón!! – Aseveró nuevamente Chemi entre risas.

En realidad los protagonistas contaban con la edad reglamentaria, pero salvo Tocayo, que con sus melenas y su inconfundible jersey podía tener un pase como Heavy, el resto no encajaban para nada en el ambiente. Se desenvolvían mejor en el lado Friki de la Fuerza.

 

Disco Bar La Autopista

Era un bar de Heavy Metal, con numerosos logos de grupos heavy y el inconfundible logo de «Metallica» exquisitamente rotulado sobre la pared del bar.

logo autopista

Un antro oscuro, con música ensordecedora, donde los tipos duros se la juegan… pero claro, eso era a partir de las 12, y solo los fines de semana.

Y como no solo del Heavy vive el hombre, durante la tarde se convertía en un bar normal y corriente, donde ir a jugar al café, tomar el mus, curarse la dislexia, y, en definitiva, pasar el rato.

Chemi postró los dos botellines rezumando espuma sobre la barra mientras Carmelo se afanaba con los cafés, peleando a sangre y fuego (sobre todo a fuego) con la endiablada cafetera.

Esta se hallaba en una especie de trastienda al fondo del bar, y aunque no era visible, se podían identificar uno a uno los peculiares sonidos de cada puesta de café.

El golpeo de la maneta, la descarga del café usado, el molinillo con su traqueteo, el molesto sonido del vaporizador para calentar la leche, el «mecaguenlaputa» cuando se quemaba con la jarra…

No acababa Chemi de servir los chupitos cuando Carmelo hacía acto de presencia con los cafés en una suerte de equilibrio, a la par que renegaba y soplaba convulsivamente su mano para aliviar la incipiente quemadura que se avecinaba.

– «Este trabajo te está quemando, Carmelo» – Declaró Chemi irónicamente

– «Mi jefe, que es el mismísimo demonio, pero con más cabeza» – Le replicaba entre risas haciendo burlona alusión al generoso tamaño de la cabeza de Chemi.

Si por algo se caracterizaba y se caracteríza la Autopista es por el humor punzante y frenético.

Las retorcidas puñaladas traperas estaban a la orden del día, y eran comentadas en voz alta para que se enterara todo el personal. Chemi siempre te arrancaba si o si una carcajada (habilidad que por cierto, también heredó su hermano pequeño, Samsa, habiendo bautizado por segunda vez a casi todo el pueblo, incluido un servidor, con motes más o menos acertados.)

– Cóbrame tu, Carmelo, que Chemi solo sabe sumar y multiplicar… – Indicó Tocayo burlón mientras dejaba un «morado» sobre la barra, ni más ni menos que 5.000 pesetas.

5000pesetas
…De repente en el suelo un papel morao… Mil Duros!!! (ver video)

– ¡¡ Ya te han “soltao la panoja” por arbitrar al equipo de Figu y Ramsés, pájaro (El “Electricidad López”)!! Entre lo que cobras por hacer de árbitro y lo que te pagan ellos por pitarles a favor te salen los fines de semana redondos… – Esta vez fué Samsa el que soltó «la puyita»

Tocayo estaba curado de espanto. Siempre le gustó el mundo del fútbol, y por aquellos años era el árbitro oficial de los torneos de futbito que se celebraban en Nájera, con una imparcialidad profesional.

Pero eso no le libraba de algún que otro comentario cargado de guasa y un poquito de mala leche, aunque afortunadamente, como futbolero que era, poseía una buena cintura para driblar.

galletas principe de beukelaer
Ver anuncio galletas año 1995

– ¡¡Mejor aprendes a poner música en vez de meterte con la gente, Melocotón!!!
Miedo me da el día que te dejen solo en el bar, lo más redondo que has visto parecido a un disco es una galleta del Principe de Beukelaer….Lo mismo terminas poniendo Hombres G, Modestia Aparte o algo peor (David Bisbal premonition)

Tocayo era y es de los que más disfrutaban con el rock y el heavy, y poseía una interesante colección de vinilos, y como buen amante del rock, le preocupaba realmente el futuro musical del bar, no bromeaba.

Carmelo se afanó en la caja registradora para cobrar, y curiosamente, al arrojar los cambios sobre el mostrador, una solitaria moneda de cinco duros se quedó girando misteriosamente sobre la barra.

 

Algo pasa…

Santi, que era el más sensitivo (y fanático de Star Wars, que todo ayuda), se dió cuenta en ese momento de que aquello no era normal, algo no encajaba…

peonza origen
La moneda giraba sin parar, incluso parecía acelerar y acelerar, con más suspense que la peonza de «Origen»; vertiginosa, reluciente, enigmática, casi desafian….

– ¡Esta va «Pal Tetris»!!

La mano de Roda en un rápido gesto, rompió el misterio atrapando la moneda como quien atrapa una mosca.

– ¡No jodas, Roda, no se te ocurra jugar al Tetris, juégala a la tragaperras o al futbolín, pero al Tetris no!!! –

Para cuando Hector Cañas terminó la frase, Roda ya había pasado las tres primeras pantallas y se oía la tonadilla tan reconocible del bailarín ruso.

Y en ese momento comenzó todo.

 

Roda y el Tetris

Roda era un auténtico jugón de Tetris, alcanzando unos niveles propios de un profesional del sector.

Santi también era un fenómeno, pero más atmosférico, y Héctor no se quedaba atrás.

En La Rioja, en un concurso de Tetris celebrado en Logroño, fué tal la diferencia de Roda y Santi con el resto de participantes, que cambiaron las bases y los premios del concurso durante las clasificaciones al ver que se iban a llevar todos los trofeos la misma cuadrilla.

pieza tetrisAún así dio igual, ya que consiguieron hacer podio, un primer y segundo puesto.

Roda tenía un método propio, que consistía en jugar “al toque”. Mediante pequeños golpes laterales (“toques”) en el mando, ganaba velocidad al desplazar las piezas. Esa técnica, unida a su nivel de concentración y agilidad, hacía que sus partidas parecieran irreales, como si estuvieran grabadas.

Roda inventó el TIKITAKA antes que Del Bosque, que cosas.

Otra cosa muy curiosa que nos arrancaba carcajadas era ver a Roda expectante, en segunda línea, viendo a la gente jugar. Cuando abandonaban entre bufidos la partida, dándola por perdida, Roda se abalanzaba rápidamente sobre los mandos y con una habilidad increíble conseguía remontar el juego. Encajaba las piezas en huecos imposibles y recuperaba la partida, ante la mirada estupefacta del pobre chaval que había soltado los mandos y más avergonzado si cabe debido a las risas del respetable.

Siempre comentaba que no en todas las máquinas se podía jugar al toque, solo un tipo de mando era perfecto para ello.

Y si amiguitos, ese tipo de recreativa estaba en La Autopista.

 

Partido a partido

A las 21:30 de aquel sábado comenzó la partida de Tetris, pero esta vez no sería una más.

cholo pepsiRoda fué avanzando a través de pantallas siguiendo la filosofía de Cholo y su equipo del alma… Partido a partido, pieza a pieza, línea a línea, pantalla a pantalla, impasible frente al monitor, con movimientos rápidos y precisos y una agilidad mental solo al alcance de unos pocos.

Las horas iban pasando, pero claro, Roda también era humano y hacía cosas, así que se tomaba sus pequeños descansos gracias a Santi y Héctor.

Tetris tiene ciclos de dificultad de 24 pantallas, y cuando comenzaba un ciclo, a pesar de tener una dificultad alta, no era algo imposible, y en ese momento los compinches le sustituían unos minutos en el juego.

Entonces aprovechaba Roda para reponer fuerzas y descansar; pidiéndose una birra, pillando un sandwich en el mítico “Bristol” …o echando una meadita, que todo hay que decirlo.

Y La Autopista se llenó, y no de coches…

Durante aquella velada de juego se mezclaron en los oidos de nuestros protagonistas canciones épicas de Deep Purple, Black Sabbath, Boxer (autóctonos), Judas Priest, Manowar, ACDC, KissBarón Rojo, Barricada y alguna balada de Scorpions junto con la repetitiva tonadilla del Tetris, en singular y curiosa armonía.

Se creó un extraño contraste entre las cuadrillas de  jóvenes bailando entre saltos y risas, inundando el bar de movimiento mientras que, rodeando la máquina, Roda, Héctor y Santi permanecían completamente estáticos, la mirada fija en el monitor y las pupilas reflejando los fulgurantes colores de las caprichosas piezas que Roda iba encajando, a años luz de la algarabía que estaba teniendo lugar justamente a su lado.

La noche fué avanzando a la par que las horas (cosas del tiempo). Y allí seguía Roda con sus fieles escuderos, derribando uno a uno los molinos necesarios para cumplir tan épica gesta.

Los últimos clientes daban por finalizada la velada abandonando el bar a trompicones, mezcla del alcohol y cansancio, y el bar poco a poco fué quedando vacío.

La música ensordecedora dejó paso al silencio, que se apoderó del local, solo interrumpido por la estridente e inconfundible tonadilla de la máquina, los tímidos comentarios de nuestros tres protagonistas y el traqueteo de botellas tras la barra.

– ¡No habéis parado de ligar, cabrones! ¡Vosotros si que sabéis aprovechar un sábado! – Se mofaba divertido Chemi mientras reponía botellas en las cámaras – Menuda noche habéis pasado, que envidia… ¡¡Porque tengo que estar en el bar sino a la próxima me apunto!!

Video Bohemian Rapshody

 

Hector soltó un ligero gruñido y Santi levanto su dedo indice haciendo un «Bárcenas» de libro, sin despegar la vista de la máquina.

A las 5:30h de la mañana, una vez terminó de “cargar” las cámaras, Chemi decidió dar por concluida la jornada.

– Roda, yo cierro. Si quieres te dejo dentro, pero a vosotros dos no, que si os quedáis los tres me dejáis las cámaras sin cervezas y termináis con todas las bolsas de pelotazos.

– ¡Espera una pantalla más Chemi!, así redondeo….

– ¡¡Lo mismo yo os redondeo pero la cara!! Eso me lo has dicho a las cuatro, artista, y son las 5:30h. ¿es que no tenéis casa?

Roda soltó los mandos bruscamente, en parte resignado, en parte ansioso. Era consciente de que aquella noche la única forma de terminar la partida era así.

– Ale, arreando que cierro… – Chemi apagó las últimas luces mientras nuestros protagonistas abandonaban apesadumbrados el bar.

Santi, tratando de levantar el ánimo, le fué “cantando” los números.

– ¡¡¡Roda, joder tio!!! ¡¡¡Has estado ocho horas, OCHO HORAS jugando sin parar!!! Has pasado 450 PANTALLAS, 7.873 LÍNEAS, y podías haber seguido más aún… Has hecho HISTORIA, chaval!!!

Héctor también se unió mientras le daba una palmada en la espalda – ¡¡Eres un máquina!! ¡Seguro que esto el día de mañana será recordado por algún friki! Fijo que el día de maña… – La voz de Chemi interrumpió su arenga de manera abrupta.

– ¡Eh, Roda… Fenómeno! –

Roda se giró rápidamente, percibiendo un sutil sonido, agudo y vibrante… y en la penumbra del bar, distinguió un pequeño objeto fulgurante acercándose vertiginoso hacia él.

En un rápido movimiento lo cazó al vuelo… y no pudo reprimir una sonrisa de satisfacción.

Era una moneda de cinco duros.

 

game over

 

Los datos de la partida en La Autopista

  • 1 moneda
  • 8 horas de juego
  • 450 Pantallas
  • 7.873 líneas
  • 12 cervezas
  • 3 sandwichs del Bristol

La historia es verídica, y participaron todos los protagonistas del relato. Los datos del tiempo jugado, líneas y pantallas son reales, confirmados por el propio Eduardo Roda y por Santiago García.

logo pably arte bikesPablo Hermosilla, de  pablyartebikes.com nos aporta más información:

Una gran parte de los moteros llegaban a Nájera al Kristo, otro mítico bar de Nájera, al lado de la Autopista. Venían ya que Pablo es un profesional de las Harley Davidson y Custom en general (podéis seguirle en facebook aquí), así como bajista de Boxer , grupo mítico de rock.

La base de la historia es una adaptación libre de lo que nos indicó Santi en un comentario. Ha sido ampliada tratando de aportar una pequeña pincelada sobre la época dorada de la Zona de Nájera, del Kristo y del Disco Bar Autopista.

También se han incluido enlaces con diferentes vídeos de canciones y anuncios de aquella época, para viajar al pasado a través de la música y videoclips. Las fotos han sido facilitadas por Sergio Sanz (Samsa).

Recordaros como siempre que comentéis cualquier tipo de sugerencia, curiosidad o anécdota, que será bien recibida.

Nota de color:

Cosas del destino, Roda al final encontró su sitio en la vida. Ahora juega al Tetris todos los días en su curro de estribador portuario, descargando barcos en un puerto de Valencia. “Es lo mismo, ir cogiendo los contenedores de colores y agrupándolos para que ocupen poco”.

 

Antonio Hermoso

Informático Ochenter, 1/3 de LaDinamo.com y músico, teatrero & humorista aficionado. En mi infancia no comí dulces ni chucherías ya que lo gaste todo en las recreativas. Desde siempre me han apasionado los videojuegos, y sobre todo saber como se creaban, como estaban programados, y esa inquietud me ha llevado a mi profesión actual. Juego Favorito: Bump And Jump

7 comentarios en “Disco Bar Autopista y el fenómeno de Roda al Tetris”

  1. Todavía me acuerdo de la primera vez que mi primo Miguel Angel me llevó a La Autopista. Yo era un crío y esa pared con todas las bandas quedó grabada en mi cabeza para siempre.
    Por aquel entonces, mi primo (el chapas) tenía un Simca 1000 rojo, con una calavera gigante en el capó y Eddies de Iron Maiden pegados en las ventanillas. Su padre era el dueño del taller que había arriba, enfrente del café Las Brujas, así que todo era más fácil XD.
    Tremendo blog que he descubierto este verano, precisamente mientras pasaba una semanita en Nájera, lugar del que puedo decir que soy ya casi hijo adoptivo. Voy para 39 castañas y llevo desde los 10 yendo por allí. Entre otro, los hijos del dueño del Bristol son colegas míos, o David el del 51, bar en el que he pasado más horas que en muchas clases de la uni.
    Un saludo desde Bilbao y a seguir escribiendo.

  2. Gracias por comentar!! Seguro que nos conocemos ya que a los hijos del Bristol (que buena máquina tenía, el Tiger Road en la tienda de la calle de Jake Mate, no he comido hamburguesas ni nada allí…) y a David el del 51 los conozco. Me alegro que te haya gustado!! Un saludo!!

Seguro que tienes muchas cosas que contar... ¡No te cortes!