1986. Domingo 12:30AM. Nájera. Casa de Rafa Palacios

Como cada mañana de domingo, Rafa, sentado en la cama de su habitación, se ajustaba unas desgastadas botas militares.

Eran un regalo de su hermano mayor, herencia de una dura «mili», algo habitual en aquellos años.

Se las anudaba al ritmo de la mítica canción de Iron Maiden, Run To The Hills , que rugía sin cesar a todo lo que daban los altavoces de su «doble pletina», mientras acompañaba el ritmo con un leve movimiento de cabeza.


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La fiesta perfecta; un doble pletina, la cinta de Europe y unas 200 o 300 pilas.

Las botas casaban a la perfección con unos raídos pantalones de camuflaje que lucía orgulloso, y completando su particular look, un chaleco azul oscuro plagado de bolsillos de claro corte militar.

Prosiguiendo con la ceremonia, untaba en betún de forma generosa los dedos indice y anular, marcando su cara desde el carrillo izquierdo hasta el pómulo derecho, como si de un cuerpo de élite se tratara.

Seguidamente y con suma destreza, se anudaba una cinta roja a la cabeza, fijándola firmemente mediante un golpe seco.

Era todo un ritual, y siempre lo cerraba de la misma forma.

Se contemplaba unos segundos en el espejo, revisando cada centímetro de su vestimenta, y con una sonrisa de aprobación, salía de casa pronunciando aquellas épicas y a la vez dramáticas palabras de John Rambo:

-“Para sobrevivir a la guerra… ¡Hay que convertirse en guerra!”

Pero esta vez, desde la cocina, una voz replicó enérgicamente.

-¿Para sobrevi… ¿que? ¡Rafael! ¡Rafael, haz el favor! –

Era su madre claramente sobresaltada.

-¿Ya estamos con la tontería de todos los domingos? -Le espetó mientras se dirigía presurosa hacia él-. Y lo mismo este tontolaba se marcha sin desayunar, pues si que vas a sobrevivir tu… anda, ven a tomarte el colacao… ¡Que me quitas la vida!… ¡Me quitas la vida!

-Pero madre, es que… es que… -replicaba Rafa contrariado.

-¡Ni es que, ni leches¡ Tomate el colacao con las galletas… ¡Que llevas desde las nueve de la mañana con el ordenador! -Le inquirió entre aspavientos-. Desde que te juntas con el hijo de «La Patrito» estás «atontao» con las maquinitas…

El tono claramente amenazador convenció a Rafa, que desoladamente se dirigió a la cocina.

-Y luego, cuando desayunes y recojas la habitación, te vas a donde quieras… Ay señor, que tienes todo manga por hombro…Menuda Habitación…¡Rafael, eres más desordenado que un desfile de cojos! -El enojo de su buena madre iba en aumento-. ¡ Y haz el favor de quitar ese ruido que tienes puesto en ese trasto!

-No es ruido, mamá, son… ¡los Iron Maiden!

-¡Ni Ironmaiden ni Ironmaidan! Quita ese tostón y no me repliques, ¡Que te meto un tortazo que te visto de torero!

Rafa, cabizbajo y presuroso, desconectó su doble pletina y se dirigió a la cocina, sentándose de mala gana en la mesa donde le esperaba un generoso tazón de colacao con galletas.

Su madre, al verlo de esa guisa no se pudo contener.

-¿Y otra vez vestido de, de… ¿Del Rambo ese? Menudos domingos que me estás dando, hijo… ¡Menudos Domingos! Lo tuyo empieza a preocupar -Exclamaba espantada al ver las pintas de Rafa.

– No es Rambo, mamá, es Swarzeneger, Arnold Swarzeneger -Replicó condescendiente.

– ¿Suace que? Ay Dios que lo estamos perdiendo… Hijo mio, el lunes sin falta nos vamos a ver a Virto el practicante y que te haga un volante para que te mire un neurólogo… -Exclamó en una mezcla de preocupación y enojo-. ¿Que es lo que estamos haciendo mal, señor?… ¿Que es?

Su madre proseguía con la bronca dominical, pero Rafa era ajeno a todo, él solo quería dar cuenta del Colacao lo más rápido posible para poder escapar a los recreativos Ciriaco a fundir la paga en su máquina favorita.

La regañina de su madre ahora mismo se le antojaba en un segundo plano, como un ruido de fondo, mientras su mente volaba imaginando mil hazañas donde él era el héroe, conquistando pantalla tras pantalla, enemigo tras enemigo, hasta lograr su gran objetivo, llegar al final de la recreativa Commando.

Rambo en Acorralado o ¿Charlie Sheen? en Hot Shots
Rambo en Acorralado o ¿Charlie Sheen? en Hot Shots… ¿Con cual te quedas?

De repente, algo le sacó de su abstracción mientras observaba el desayuno… aquellas galletas no eran María Dorada, eran Oreo. Raro… Raro… Raro…

Y esto amiguitos aparentemente es algo muy trivial… salvo por dos detalles:

  1. Su madre siempre compraba galletas María para el desayuno.
  2. Las galletas Oreo no llegarían a España hasta 1995, y estábamos en 1986.

El misterio se resolvió en el momento en que Rafa se llevó una galleta a la boca y un amargor intenso inundó su paladar… la galleta era negra no porque fuera una Oreo, sino por la capa del pringoso betún que todavía tenía en los dedos…

¡Terminarse aquel desayuno si que iba a ser una guerra en toda regla!

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Carne de salón recreativo

Después de esta pequeña introducción real como la vida misma (o no) si que es interesante destacar que Rafa Palacios (o «Espaciales», como cariñosamente le seguímos llamando a día de hoy) era uno de los jugones más conocidos de Nájera en los 80-90, destacando por su pericia al joystick y su simpatía.

Rafa «Espaciales» era de los que más máquinas «dominaba» en la ciudad, sobre todo las de naves, y no hay que ser un lince para percatarse del origen del mote.

Yo disfruto de su amistad hace ya muchos años (quizás después de este artículo ya no), y compartimos una sana afición por los ordenadores, de hecho, de ciento en viento nos reunimos varios «retrojugones» a recordar tiempos pasados, entre ellos Rafa.

Con él comencé a comprar juegos para Spectrum «de aquella manera» (un día contaré cómo, ya que no tiene desperdicio) y seguidamente dimos ambos el salto a los 16 bits comprando el famoso Atari STe, disfrutando tanto de la informática como de los videojuegos y recreativas.

¡Un gran amigo y una gran persona!

¿Y cual era su juego favorito?

Uno sus juegos favoritos y donde demostraba mayor destreza era y es el Commando de Capcom. Y a modo de pequeño homenaje podéis leer un análisis del Commando al estilo Nájera Retrogames aqui!.

commandologo

 

 

Conclusiones

Realmente, aunque el relato esté muy localizado, es extrapolable a cualquier ciudad, ya que en todas existía un «Rafa» (me juego cinco duros incluso).

Es uno de esos personajes que no podían faltar en la fauna de los recreativos, el jugador experto que siempre está deseoso de compartir secretos y te echa una mano con los juegos más complejos, contándote sus trucos y consiguiendo que avances en cada partida.

¡Seguro que en tu ciudad conoces a algún jugón que era igual!

 

Ya sabéis, si queréis comentar algo… ¡Este es el momento!

¡No, luego no, leches! Comenta ahora, que con la cabeza que tienes… ¡Lo mismo luego se te olvida!

najeraretrogames

Antonio Hermoso. Najerino aficionado a las máquinas recreativas, publicista y diseñador web.

3 comentarios en “1986. Domingo 12:30AM. Nájera. Casa de Rafa Palacios”

  1. Ya lo creo que en cada «recre» había un Rafa. Por mis lares en los recreativos del «Buitre» había un chaval, el Pode, que se pasaba el Bubble Bobble con 5 duros y sin despeinarse, una máquina.

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